La flora intestinal afecta a la producción de hormonas
sexuales y a la diabetes
Desde hace varios años es conocido que
determinadas variantes génicas pueden afectar a la probabilidad de desarrollar
diabetes de tipo I. Recordemos que esta enfermedad se debe al ataque de nuestro
propio sistema inmune a las células beta del páncreas productoras de insulina, a
las que identifica erróneamente como extrañas, es decir, es una enfermedad de
las denominadas autoinmunes. También es conocido que la flora intestinal puede
ejercer un papel importante en la regulación del sistema inmune y su capacidad
de distinguir correctamente entre lo propio y lo extraño. Sin embargo, una cuestión
aún no bien conocida es por qué las mujeres sufren de mayor incidencia de
enfermedades autoinmunes que los hombres.
NO OBESO DIABÉTICO
Para estudiar el desarrollo de la diabetes,
los investigadores utilizan ratones de laboratorio de razas particulares. Una
de ellas es la raza NOD (No Obeso Diabético). La mayoría de los ratones NOD
desarrolla diabetes autoinmune espontáneamente sobre las 14 semanas de edad. La
higiene del ambiente en el que los animales viven es importante, ya que si se
estimula su sistema inmune con microorganismos, la incidencia de diabetes es
menor. Como sucede en el caso humano, las hembras de estos ratones doblan en
incidencia de diabetes autoinmune a los machos. Sin embargo, si se les
administra hormonas sexuales masculinas, como la testosterona, las hembras muestran
una incidencia de diabetes autoinmune similar a la de los machos. Es claro que
las hormonas sexuales ejercen un efecto sobre el sistema inmune, pero ¿cuál?
Además de estos intrigantes hechos,
algunas otras cosas también permanecen envueltas en misterio. Entre ellas, de
qué manera la flora intestinal afecta al desarrollo de la diabetes autoinmune y
también si la flora intestinal afecta o no a la diferente incidencia de
diabetes autoinmune entre hombres y mujeres.
Para avanzar en la comprensión de estos
temas, un consorcio internacional europeo y estadounidense de investigadores ha
llevado a cabo un conjunto de fascinantes experimentos que revelan interesantes
nuevos datos e ilustran de manera muy adecuada cómo deben hacerse bien las
cosas en investigación científica. En primer lugar, los investigadores criaron
a ratones NOD en un ambiente exento de patógenos (Ambiente Libre de Patógenos, que
llamaremos ALP). En este ambiente los ratones macho seguían teniendo menos
incidencia de diabetes que las hembras.
A continuación, los investigadores
criaron a los ratones en condiciones en las que no se produce la colonización
del intestino por la flora bacteriana. En estas condiciones (que llamaremos Sin
Flora, SF), resultó sorprendente comprobar que la incidencia de la diabetes
entre machos y hembras fue la misma. Así pues, la flora intestinal tenía mucho
que ver en la diferente incidencia de diabetes entre los dos sexos. Para
comprobarlo, los investigadores colonizaron los intestinos de ratones SF con
unas pocas especies bacterianas, lo que recuperó parcialmente la diferencia acostumbrada
entre los sexos.
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Modelo molecular de la testosterona |
FLORA Y SEXO
Los investigadores se preguntaron
entonces si acaso la flora intestinal podría afectar a las hormonas sexuales y,
de este modo, a la incidencia de diabetes. Los análisis subsiguientes
demostraron que las hembras SF tenían niveles de testosterona muy elevados
respecto a las hembras ALP, pero los machos SF tenían niveles inferiores a los
de los machos ALP, es decir, la ausencia de flora intestinal tendía a igualar
los niveles de testosterona entre machos y hembras, lo que igualaba la
incidencia de la diabetes. Además, análisis genómicos de la flora revelaron que
aunque esta era la misma en machos y hembras tras el nacimiento, las especies
de bacterias diferían a lo largo de la pubertad y alcanzaban máxima diferencia
en la edad adulta. Existen pues, floras intestinales “macho” y “hembra”, lo que
cuando menos resulta sorprendente.
¿Eran estas diferencias las responsables
de los cambios hormonales y la diferente incidencia de diabetes entre machos y
hembras? Para averiguarlo, los científicos realizaron transferencias de flora
intestinal entre machos y hembras por un tubo introducido desde la nariz hasta
el intestino. Pues bien, las hembras que recibieron flora intestinal de los machos
aumentaron su nivel de testosterona. Además, el trasplante de flora también
afectó al perfil metabólico de muchas sustancias en el suero y, lo más
importante, protegió a las hembras de desarrollar diabetes. Curiosamente, tanto
los cambios metabólicos como la protección frente al desarrollo de diabetes
podían ser eliminados si se administraba a los animales un fármaco anti-testosterona,
lo que confirma que estos efectos son causados por la producción de
testosterona inducida por la transferencia de flora. Además, los investigadores
también demuestran que son los linfocitos T, es decir, las células responsables
del rechazo a los trasplantes y de la muerte de las células pancreáticas
productoras de insulina, las que resultan afectadas por la transferencia de
flora intestinal y los cambios hormonales subsiguientes. Estos interesantes descubrimientos
han sido publicados en la revista Science.
Estos estudios indican que la flora
intestinal con la que nuestros intestinos se colonizan desde la infancia puede
ser muy importante para evitar el desarrollo de la diabetes de tipo I durante
la pubertad, cuando la producción de hormonas sexuales se incrementa, y tal vez
también para protegernos del desarrollo de otras enfermedades autoinmunes. Los
estudios dan un serio espaldarazo a la importancia de la flora intestinal para
nuestra salud. Esperemos que estos conocimientos sean pronto de utilidad
clínica para la prevención de la diabetes.
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